
Esta es la razón por la que llueve tanto en abril
Aún así, son cantidades significativas: 63,5 litros por metro cuadrado de media –es el quinto mes más lluvioso del calendario–, muy similar al registro de enero (64,5), el mes más parecido en cuanto a lluvia. La gráfica de precipitaciones dibuja una suerte de valle en febrero y marzo, para volver a elevarse en abril. De hecho, tenemos la sensación de que ya nos habíamos olvidado del paraguas y, de repente, tenemos que volver a sacarlo. Cada año.
Puede chocar porque para estas fechas es probable que hayamos vivido incluso alguna jornada veraniega. Sin embargo, las precipitaciones estos días no sorprenden a los meteorólogos. «En primavera se mueve mucho más la atmósfera y ese mayor movimiento lo propicia el sol, que a estas alturas del año ya va calentando más y hace que la diferencia de grados entre las masas frías y cálidas sea mayor y, por tanto, la atmósfera sea más dinámica», explica el representante de AEMET.
Prueba de este mayor movimiento es que el panorama cambia pronto, es decir, que lo mismo tenemos una mañana en tirantes que se pone a llover al día siguiente. O esa misma tarde. «Son habituales los chaparrones vespertinos y están provocados por ese calor que empieza ya a apretar a estas alturas del año y que choca con el aire frío de las capas más altas».