
Espacios libres de vapeadores pero sin empaquetado neutro, las claves de la nueva ley antitabaco
No se podrán utilizar en espacios públicos cerrados y una «lista ampliada» de entornos exteriores, como sucede ahora con el cigarrillo. Desarrollada por el despacho de Mónica García y aprobada en Consejo de Ministros, el anteproyecto, que debe ser discutido por los diputados tras pasar la consulta pública que se abre ahora, propone prohibir fumar en terrazas de bares, recintos de eventos, instalaciones deportivas, parques infantiles, paradas de transporte público o centros educativos.
A pesar de imponer restricciones a los vapeadores, que hasta ahora no tenían, la ley omite dos medidas que eran las más exigidas por las asociaciones contrarias al hábito de fumar, como lo son la cajetilla genérica, que elimina marcas y diseños para unificarlas, y el aumento de impuestos a estos productos.
«La enorme interferencia de la industria tabaquera en las instituciones públicas ha conseguido de momento evitar que se pongan en marcha, o al menos frenar, estas dos últimas medidas que la comunidad sanitaria, científica y ciudadana de control de tabaco considera claves para frenar la pandemia del tabaquismo», lamentaba la asociación Nofumadores, que exige prohibir que los altos cargos sean fichados por empresas tabaqueras al menos una década tras dejar los gobiernos. «Pone en cuestión la neutralidad de las políticas públicas».