'En fin', un gatillazo postapocalíptico que pierde puntos con su final
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'En fin' da comienzo con un gatillazo cósmico, un apocalipsis que finalmente se queda en un quiero y no puedo. Un planeta errante va a chocar de forma irremediable con la Tierra y, claro, las prioridades de sus habitantes, a punto de la extinción, cambian. Sin embargo, en el último minuto, la catástrofe se detiene y el astro que amenazaba con poner fin a la humanidad se aleja.
Tomás (José Manuel Poga) se despierta entre un mar de cuerpos desnudos y sudorosos, tras una multitudinaria orgía, cuando la hecatombe ya debería ser un hecho. ¿Y ahora qué? Ahora hay que seguir viviendo y Tomás se aferra a lo que hasta hace unos meses era su vida: su esposa y su hija, Julia (Malena Alterio) y Noa (Irene Pérez).
Egoísta e inmaduro, las abandonó para dejarse llevar por el hedonismo y exprimir sus últimos días en la Tierra. ¿Conseguirá que le perdonen?