2Foto© larazon.esCondenan a cuatro menores por acoso continuado a un compañero de clase en Cáceres
Volvemos a leernos en un momento histórico tenebroso, amigos. Se derrumba semana a semana el castillo de naipes de la era Sánchez y, la verdad, no me hace gracia que esta descomposición apenas esté teniendo consecuencias relevantes, más allá de varias tardes entretenidas frente a la tele, con palomitas, atentos a las últimas noticias sobre corrupción.
La semana pasada nos llevamos las manos a la cabeza tras conocer la condena al Fiscal General del Estado, inhabilitado por revelación de datos reservados (los del novio de Isabel Díaz Ayuso). Y ahora mismo estamos aún reponiéndonos de que José Luis Ábalos, mano derecha tantos años del presidente de Gobierno, piedra angular de su PSOE, se haya convertido en el primer diputado nacional en ejercicio que va a prisión en lo que llevamos de Democracia, por el caso de las mascarillas.
Y no solo eso. Porque Ábalos es también el segundo secretario de organización del PSOE sanchista -después de Santos Cerdán- que pisa Soto del Real junto al ex asesor -y mucho más- Koldo García. Cree el juez Puente que sí existe riesgo de fuga de ambos (en el caso de Koldo, subraya sus «contactos internacionales»).