7Foto1Video© ideal.esEl Plan España Auto 2030 fija 25 medidas para reindustrializar el automóvil y acelerar la movilidad eléctrica
Cuando por fin es capaz de llegar a la rotonda de la plaza Manuel Fraga, son ya 110 los minutos que han pasado desde que iniciara la marcha y el embrollo circulatorio en la zona baja de la carretera de Ronda es de libro de los récords. Mira el reloj. Son las 9 horas y, en ese momento, desea que, en el próximo examen para cubrir plaza de concejal del Ayuntamiento de Almería, los miles de automovilistas afectados se acuerden del momento.
El lío debió ser a cuenta de la falta de previsión de los encargados de la cosa conocedores, se supone, de que el puerto está en obras, el Paseo, en obras, el parque, en obras, Los Molinos, en obras… que en Pescadería había una redada de la Policía que se inició en la madrugada y que, además de la estrechez en la que ha quedado la avenida de Cabo de Gata por la que a diario pasan todos los que tienen cita en la Universidad, entre otro puñado más de cosas, los autobuses de Almería tienen la mala costumbre de no estar demasiado pensados para los ciudadanos, que prefieren jugársela con su coche a usar unos servicios públicos que son habas contadas, con término o salida, en la mayoría de las líneas, en el mismo lugar, incapaces de hacer viable que la llegada a los lugares de trabajo se realice en tiempo y forma.
Si encima mantenemos ocupada a la excelente plantilla de Policía Local en cuestiones ajenas a lo que debía ser prioritario: las ordenanzas municipales, y las vemos en servicios ajenos o de terceros, cumpliendo órdenes que nada tienen que ver con la cercanía que merece la ciudadanía almeriense, pues eso, que moverse por Almería en un caos.