
El Papa sale al balcón para dar la bendición del Urbi et Orbi
Vance se había visto el día anterior con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, con quien habló de los distintos países en guerra y también sobre inmigración, una cuestión en la que las posturas no pueden estar más alejadas entre el Gobierno estadounidense y el Papa, que no se ha mordido la lengua a la hora de criticar a Donald Trump por sus deportaciones masivas de extranjeros.
Acompañado por su familia, Vance acudió además a la ceremonia de la Pasión del Señor del Viernes Santo celebrada en la basílica vaticana, remarcando así su papel como figura política de referencia para los católicos de su país.
Unas 35.000 personas participaron en la ceremonia del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro y esperaron luego a que Francisco, de 88 años de edad, apareciera en silla de ruedas en el balcón central de la basílica vaticana para la tradicional bendición 'Urbi et Orbi', con la que se concede la indulgencia plenaria (perdón de los pecados) a quienes la escuchan.