El Barça de Flick pasa de líos
El Barça vive dos realidades paralelas y eso se pudo ver con creces esta semana en Arabia Saudí. Por un lado están todos los líos que rodean a la entidad y por otro la prosperidad que asegura un equipo en el que los brotes verdes nacen como si no costara. Ese semillero se dio un homenaje en la Supercopa de España y sirvió para dotar al aficionado culé de una burbuja que llevaba meses esperando.
Durante noventa minutos no hubo 'caso Negreira', ni 'caso Dani Olmo', ni cortes de mangas de su presidente. Solo fútbol con mayúsculas, un espectáculo que el Barcelona debe gestionar y alimentar de cara al futuro.
Y es que la exhibición del Barça no permitió ni siquiera que hubiera un espacio para la polémica. Los culés no protestaron una posible falta a Marc Casadó en el gol de Kylian Mbappé, sino que se ciñeron a seguir con el plan establecido y a jugar, una orden que ya había dejado clara Flick días antes en rueda de prensa.