
Duelo ibérico hacia la tercera corona en tres años
Déjà vu para la selección española de Luis de la Fuente. Por tercer año consecutivo, La Roja encara un partido con una corona en juego, dulce rutina en la que vive instalada bajo el liderazgo propiciado por la irrupción de Lamine Yamal, una deflagración de dimensiones todavía incalculables. El prodigio azulgrana es la cara visible de un equipo joven y descarado, que tiene a tiro de un duelo ibérico el tercer título en otros tantos años con el entrenador riojano al mando.
El cruce generacional está servido con un adversario como la Portugal de Cristiano Ronaldo, que a pesar de haber superado hace meses los cuarenta años todavía ejerce como referencia ofensiva lusa. No es ni mucho menos el jugador diferencial de hace una década, pero su nómina de goles como internacional no para de aumentar, hasta los 137 ahora mismo, en una carrera en la que el de Madeira hace tiempo que se quedó solo.
El devorador de registros portugués conquistó su primer Balón de Oro en 2008, cuando Lamine Yamal, rival en esta final de la Liga de Naciones, no tenía un año y medio. Más de 22 separan a uno y otro, al que junto a Lionel Messi marcó una era en el fútbol y al que está llamado a determinar la próxima década. Por ello el luso, voz de la experiencia, se permitió el lujo de pedir calma con la nueva estrella más brillante en el firmamento futbolístico: «Pido que dejen al chico crecer tranquilamente y no le metan presión porque talento no le falta para que podamos disfrutar de él muchos años».