
Lamine Yamal adultera la competición
Debe de ser récord mundial de lloriqueo acusar de adulterar la Liga en la segunda semana de agosto, cuando ni siquiera ha empezado aún la competición. Eso ha hecho el Real Madrid, que ha comenzado la temporada actual como terminó la anterior: quejándose, pataleando, tiquismiquis, antipático, de morros.
Dos son los motivos por los que el club blanco —oficialmente el mejor del siglo XX y autoproclamado el top de esta centuria— considera que se le perjudica: porque apenas ha tenido pretemporada a causa de su participación en el Mundial de Clubes y porque la Liga quiere jugar el Villarreal-Barça en Miami.
De lo del Mundial de Clubes, poco que decir: mientras se disputaba, el discurso oficial y oficialista blanco fue que participar en la competición de Infantino era histórico y un negocio redondo. El Barça, económicamente, hubiera querido participar. No se clasificó y, a cambio, ha gozado de más descanso.