Dime qué sientes y te diré qué película ver
La alegría tal vez esté sobrevalorada. A fin de cuentas, la vida real tiene luces y sombras, y muchos de los mejores momentos ante la pantalla los pasamos en un punto ligeramente tristón, confortablemente nostálgico. Si fuera llueve y estamos abrazados en un sofá entre mantas, mejor que mejor.
Nunca Audrey Hepburn estuvo más 'glamourosa' pero acaso también más vulnerable. El mundo es un lugar áspero en el que cada cual debe buscar su forma de sobrevivir, su momento de perfección, su evasión, aunque sea tomar un vaso de café con cruasán ante los escaparates de la joyería Tiffany's. Ronroneen bajo la manta mientras escuchan la aterciopelada balada 'Moon River' y acarician a ese inolvidable gato…
¿Se puede tener treinta años y sentir nostalgia de cuando tenías veinte? Sin duda. De hecho, es lo que les pasa a los protagonistas de esta agridulce película de reencuentro de un grupo de amigos, en una pequeña y nevada población. La vida avanza sin control, aunque algunos aún se sientan como si siguieran en el instituto. Siempre quedará la amistad y cantar juntos 'Sweet Caroline'. Si aún quieren ponerse más nostálgicos, recuerden que Ted Demme se nos murió muy pronto, sin llegar a los cuarenta, en 2002.