
Descubren por accidente el busto robado de la tumba de Jim Morrison hace casi 40 años
Treinta y siete años después, el busto de Jim Morrison que fue robado del cementerio parisino de Père Lachaise ha aparecido de la forma más insospechada, como insospechado fue su hurto, cuyos autores nunca fueron detenidos. Tres décadas después, la noble cabeza del poeta del rock, alcohólico recalcitrante y hacedor de fumatas de marihuana, ha surgido con más tachaduras y pintadas que un vagón de metro, con el agravante, además, de que el rostro se presenta desnarigado. Nada raro, pues ya en el siglo pasado la escultura ofrecía un aspecto deplorable.
Pese al deterioro de la escultura, obra del artista Mladen Mikulin, el hallazgo ha devuelto el entusiasmo a los admiradores del líder de The Doors, icono de la contracultura. La tumba del artista, convertida en un lugar de peregrinación para los fans de Morrison, fue profanada en 1988, cuando unos ladrones robaron el monumento. La tumba del cantante, cuyo cadáver fue encontrado el 3 de julio de 1971 reposando en una bañera, probablemente a causa de una sobredosis, es tan frecuentada por sus seguidores que el camposanto la mantiene protegida con barreras.
El cuerpo fue encontrado por su novia, Pamela Courson, en un piso del barrio de Le Marais donde vivían juntos. Sin embargo, el asunto está rodeado de misterio. El periodista Hervé Muller asegura que el vocalista habría muerto en los baños de la discoteca Rock'n'Roll Circus y luego fue transportado a su casa.