Del cotillón en el bar al camping y el refugio de montaña: así está cambiando nuestra forma de pasar la Nochevieja

¿Te imaginas pasar estos días invernales en un camping? Quizá te choque, pero es una opción que gana adeptos. Por ambas partes: cada vez hay más clientes interesados y también más establecimientos dispuestos. En el camping Izarpe, en Navarra, están a pleno rendimiento ahora mismo.«Nuestro supermercado solo cierra el día de Navidad y el de Año Nuevo», explica Alfonso Serrano, su gerente.

Este año, los establecimientos de este tipo han notado un aumento notable de las reservas, «un 41%», según los datos de Pitchup, plataforma líder que opera en todo el mundo. Y de los 207 negocios que se integran en ella, han abierto casi la mitad:93. Entre ellos, el de Serrano. «Hace cinco años era impensable algo así», explican. Pero en este tiempo, hemos cambiado a pasos agigantados. Nos hemos echado al monte. Tuvo que ver, claro, la pandemia, cuando la naturaleza se convirtió en nuestra vía de escape. Muchos ni la habían pisado hasta entonces... y se enamoraron.

También ocurre que ofrecen una experiencia en la que, todavía, se puede elegir presupuesto para no dejarse un riñón. Lo explica mejor Dan Yates, fundador y director general de Pitchup cuando habla del crecimiento de las reservas. «Los viajeros no renuncian a su escapada navideña, pero buscan optimizar el presupuesto más que nunca». Y los campings y alojamientos al aire libre trabajan en rangos de precios más asequibles para todos los bolsillos.