
De cocinar en un sótano de Chinatown a triunfar en el festival de San Sebastián
Puede parecer un tipo raro, un friki o un 'nerd', pero hay muchos como él trabajando discretamente en cocinas de todo el mundo. Apasionados hasta la obsesión, dedican sus horas a rastrear mercados, experimentar con ingredientes y probar recetas. La mayoría jamás montará el restaurante de sus sueños, recibirá premios o concederá entrevistas.
Son los antihéroes de una escena gastronómica deslumbrada por el brillo de las estrellas. Jerald Head, protagonista de Mắm, la película de Nan Feix que acaba de alzarse con el premio Culinary Zinema del Festival de San Sebastián, sobrevive en Chinatown a base de dos empleos mientras, por las noches, se cuela en la cocina de su jefe para experimentar.
Su historia —un documental de ficción con ecos del cine chino de los años 90 y estética underground— ha destacado en un ciclo poblado por documentales que abordan la cocina a través de los ojos de los que ya han llegado a la cima.