
Choque en el Reino Unido entre manifestantes a favor y en contra de la inmigración
En julio, un inmigrante recogido en el hotel The Bell, en la localidad de Epping, fue acusado de agredir a una menor (14 años). Él lo negó, pero comenzaron las manifestaciones para expulsar a los residentes en ese establecimiento. El pasado martes todo se precipitó. Un juez del Tribunal Superior ordenó a los propietarios del hotel el desalojo antes del 12 de septiembre de los 138 solicitantes de asilo que el Gobierno mantiene en sus instalaciones.
Esa decisión, que va a ser recurrida por el Ministerio del Interior, activó la alarma en el Ejecutivo ante la posibilidad de que muchas entidades locales acudan a la justicia con el mismo objetivo. En la actualidad hay más de 32.000 aspirantes al estatuto de refugiado repartidos en 210 hoteles. Suponen un gasto diario de casi siete millones de euros.
Seguidores de formaciones de ultraderecha llevan semanas protestando frente al The Bell y han tenido altercados con miembros de organizaciones humanitarias. Ahora, el conflicto se ha extendido al resto del Reino Unido alimentado por otro dato: 111.000 personas han solicitado asilo durante el primer año de mandato de Starmer.