Bagnaia y Martín firman las tablas en Malasia

Se esperaba una intensa batalla en Sepang entre los dos candidatos al título, que partían en las dos primeras plazas de la parrilla y un Álex Márquez que ya había ganado el sábado el sprint a diez vueltas. Sin embargo, con el doble de distancia de carrera, la emoción fue la mitad o menos… porque apenas se vio un par de fogonazos entre Bagnaia y Martín, y un tedioso tren de MotoGP sin apenas adelantamientos en la parte delantera.

Emergió el domingo la figura de Enea Bastianini. El renacido. Un piloto que con los resultados del año pasado le había quitado el puesto a Martín en el equipo de fábrica de Ducati, pero al que las lesiones este año le habían condicionado toda la temporada. Ya en el sprint estuvo con los mejores y ejerció de guardaespaldas con Bagnaia, para impedir que el italiano cediera el podio, pero en la carrera del domingo no iba a regalar una victoria. Y más cuando su continuidad en la estructura oficial está más cuestionada que nunca por el empuje del propio Martín.

Bastianini firmó una carrera impecable y mantuvo en todo momento a raya a un Álex Márquez que no pudo atacar en ningún momento. «Cuando el neumático delantero coge temperatura y estás a medio segundo es como luchar contra un muro. Te vas a 0.8, vuelves a 0.5, te vuelve a separar… pero era demasiado arriesgado atacar». En cualquier caso, el de Cervera firma su mejor fin de semana en MotoGP, siendo el piloto que más punto ha sacado del fin de semana y con el objetivo de «asentarme en el top 5 del campeonato».