Así fueron las 48 horas que noquearon con Errejón
La carta publicada por Íñigo Errejón en la que anunciaba su renuncia y adiós la política cayó como una bomba que ha desencadenado un enorme impacto en el discurso feminista que se defiende desde la izquierda, así como una crisis en Sumar, principal socio de Gobierno de Pedro Sánchez y la 'resurrección' de Podemos. Aunque la carta de despedida se publicó pasadas las dos y media de la tarde del jueves, su contenido y el fondo de la misma se fraguó en las anteriores 48 horas.
Íñigo Errejón estuvo todo el martes en el Congreso de los Diputados y por la tarde estuvo negociando con el PP su apoyo a una ley de Sumar. Mientras, en las redes sociales empezaba a coger vuelo una acusación anónima de violencia machista recogida por la periodista Cristina Fallarás, pero en la que no se desvelaba el nombre del supuesto agresor.
Mientras Errejón seguía haciendo su trabajo en el Congreso como portavoz de Sumar, en los despachos de la dirección de la formación de Yolanda Díaz se ordenaba comenzar una investigación interna para comprobar si las acusaciones que afectaban a un «diputado que vivía en Madrid», al que tachaban de «maltratador psicológico» y del que describían prácticas sexuales «humillantes», se referían a Íñigo Errejón. Además, intentaron saber si se había interpuesto alguna denuncia en la Policía.