© ideal.esAlcaraz roza la perfección en un curso para enmarcar
En marzo, Alcaraz acababa de vivir uno de esos episodios difíciles de entender por su calidad. Le acababa de eliminar en Miami David Goffin en su debut en el torneo. El belga confirmó un inicio de temporada decepcionante: cuartos de final en Australia con derrota ante Novak Djokovic, cuartos de nuevo en Doha y primera ronda en Miami. Solo Róterdam, donde conquistó el primer título de su vida en 'indoor', sirvió como vía de escape para un comienzo de curso peor de lo esperado.
Ahí Alcaraz tuvo que tomar una decisión antes de la parte más importante de la campaña, la gira de tierra batida. Debía seguir entrenando y combatiendo las dudas con horas en pista o desconectar por completo. Se marchó con su familia a la Riviera Maya y se olvidó de la raqueta. Aquella escapada dio pie a los mejores meses de su carrera. De los 61 partidos que disputó hasta final de temporada, ganó 56.
Por el camino se embolsó dos Grand Slams, en Roland Garros y el US Open, tres Masters 1000 en Montecarlo, Roma y Cincinnati, y dos ATP 500, en Tokio y Queen's, además de alcanzar el duelo por el título en Wimbledon, el Conde de Godó y las Finales ATP. Entre Roma y la final de Wimbledon ganó 24 partidos consecutivos, su mejor racha de siempre, y desde la derrota ante Goffin en marzo, alcanzó la final en los siguientes nueve torneos que disputó, un récord pocas veces antes visto. Cimentó su dominio en la rivalidad con Sinner. En 2025 le ha batido en tres ocasiones, por dos triunfos del italiano.