
Xavi Hernández vuelve al trabajo bajo mínimos
Este es un club especial. Muy especial. Difícil. Muy difícil. A veces ingrato, muy ingrato. Indescifrable. Capaz de aplaudir por un simple gesto a Henrik Larsson y criticar a Messi por una mala racha. Sí, a Messi. Seguramente es el club más difícil del mundo. A veces, ingrato e injusto con los suyos. Y Xavi, como se suele decir en el Barça, es uno de los nuestros.
Uno de los referentes más importantes del Barcelonismo de los últimos tiempos. Portavoz del club, defensor permanente del Barcelona ante la opresión capitalina. Asumió la dirección en el momento más delicado, si no de la historia, al menos de los últimos cuarenta años.
A todos aquellos que cuestionan la renovación del técnico azulgrana o siquiera su continuidad, les pediría que fueran realistas y dijeran técnicos que te garanticen un mayor rendimiento en el banquillo. Y que sepan dominar la escena y el entorno barcelonista como lo hace Xavi, porque hay que valer para todo en este club. La verdad es que no se me ocurren muchos.