
El Real Madrid tropieza cuatro veces con la misma piedra
El aficionado del Real Madrid vivió este domingo una pesadilla que ya se ha vuelto recurrente. Se levantó de su asiento con sofocos, envuelto en sudor y viendo una vez más cómo el Barcelona pasaba por encima de su equipo en un abrir y cerrar de ojos. Y es que la historia de los últimos clásicos se repitió en el Lluis Companys por desgracia para los de Carlo Ancelotti, que evidenciaron no tener una fórmula para cambiar la inercia de un partido que, por momentos, se jugó en una sola dirección. Es el cuarto tropiezo con la misma piedra ante el equipo de Hansi Flick.
De poco sirvió que Ancelotti dijera en la previa aquello de que «si los jugadores me hacen caso, va a salir bien». Poco caso le debieron hacer a tenor de lo que ocurrió en cuanto Mbappé puso el 0-2 en el marcador. El Real Madrid se vio superado durante media hora en todas las facetas del juego.
Fue inferior físicamente pese a que los azulgranas llegaban de una paliza en Milán, fue superado tácticamente por un rival que parecía tener más futbolistas sobre el terreno de juego y fue superado especialmente por espíritu.