
Vargas Llosa y la fórmula de la creación liberal
En la literatura hispanoamericana del siglo pasado, Mario Vargas Llosa adelantó una posición alejada de lo que representaron algunos de sus contemporáneos del famoso «boom» latinoamericano. En buena medida, los narradores de aquel grupo inventaron una identidad americana de fantasía, fabricada a partir de dos perspectivas.
Por un lado, la de los sueños utópicos de una generación ideologizada por la Guerra Fría y la animadversión a Estados Unidos, el gigante del norte.
Por otro, la de una mirada que quiso reivindicar una realidad ajena a lo occidental, saturada de irracionalidad y exuberancia exóticas, como si Hispanoamérica –o más exactamente Latinoamérica– fuera el terreno propicio para el despliegue de un mundo alternativo que habría estado como reprimido hasta entonces.