
Un pesquero vasco es obligado a amarrar en Gijón tras un motín a bordo
Ante esta llamada, los servicios de emergencia activaron una patrullera del Servicio Marítimo Provincial de Asturias, que salió al encuentro del pesquero guipuzcoano antes de que llegara al muelle para escoltarlo hasta aguas portuarias. Desde el instituto armado recalcan que, tras establecer contacto visual y hablar con el capitán, observaron que «la situación se encontraba normalizada», descartando cualquier tipo de intervención en la mar.
A bordo del 'Beti Aingeru' también se encontraba el armador del barco, enrolado como técnico de pesca. En su relato a la Guardia Civil, afirmó que el origen del motín estuvo en que la tripulación se negó a trabajar. El propietario del bonitero les habría recriminado su actitud y la discusión fue subiendo tono y este afirmó ante los agentes que llegó a ser agredido por uno de ellos.
Sus palabras habrían sido corrobaradas por el capitán, que situó estos momentso de tensión en el propio puente de mando y añadió en su declaración que uno de los miembros de la tripulación habría intentando lanzar por la borda al armador, maniobra que el propio capitán impidió enfrentándose con él.