Retos culturales para el nuevo año
Termina este 2023 y es hora de prepararse para un nuevo comienzo. Entre las virtudes del cristianismo, no es menor la que nos permitió cada año escapar de la historia. Tras abandonar el ciclo cósmico del eterno retorno propio del paganismo, la cultura hebrea inventó la historia en un sentido teleológico y no como una simple narración de los hechos pasados.
Desterrados del calendario agrícola, los occidentales empezamos a caminar, guiados por el Dios único, hacia el cumplimiento de un fin que a lo largo de los siglos se ha ido transformando y que ha conocido las más diversas y trágicas variantes, como explicó mejor que nadie Karl Löwitz en su Historia del mundo y salvación.
En esa nueva forma de entender el tiempo, el cristianismo inventó un mito en el que cada año se celebra el nacimiento de un niño que luego crece y muere como hombre en primavera, una oportunidad para redimirnos de la historia sin salir de la misma. Es la solución, como observó Mircea Eliade, para el hombre histórico.