Rahm: «Es doloroso, con lo bien que había jugado...»
«Animadlo, que está tocado», le decían a Ángela y Edorta, los padres de Jon Rahm, mientras esperaban a que su hijo atendiese a los medios de comunicación. Ellos se tomaron el varapalo con filosofía. «Lo bueno de esto es que enseguida viene otro torneo», decía el padre. Al hijo le costó más aceptar ese derrumbe de la segunda vuelta.
«Es doloroso, con lo bien que había jugado… Cuesta pensar en ello», dice Rahm al empezar a analizar lo sucedido. Habla bajo y con muchas pausas. Quizás porque en su cabeza siguen en ebullición sus pensamientos. «Perder aquí es una sensación diferente a hacerlo en cualquier otro torneo. Después de tenerlo en las manos es decepcionante no conseguir nada.
Me fastidia más sabiendo que estaba representando a España. Quería dar esta alegría».
«Estaba jugando increíble, con muchísimo control…» Cuesta procesar la realidad cuando a falta de ocho hoyos el vasco aventajaba en cuatro golpes a sus inmediatos perseguidores. Ahí, hasta la plata parecía un objetivo menor. Sin embargo, todo se vino abajo a partir del hoyo 11.