
Por la dignidad de las pymes
En estas elecciones a Cepyme no se está decidiendo solo un cambio de nombres. Se está decidiendo si las pymes españolas mantienen su independencia o se convierten en una delegación más de intereses ajenos. Frente a los intentos de control, sumisión y tutelaje por parte de quienes quieren una Cepyme dócil y subordinada, Gerardo Cuerva representa la resistencia, la libertad y el coraje de quienes creen que las pymes deben hablar con voz propia.
Durante años, Cuerva ha demostrado liderazgo y firmeza para defender a las pequeñas y medianas empresas en los momentos más duros: frente a la crisis, frente al encarecimiento del empleo, frente a una burocracia asfixiante. Ha estado donde otros callaban. Ha dado la cara sin mirar a quién incomodaba. Y eso, precisamente, es lo que le critican.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no solo le retiró su confianza: le ofreció una salida decorosa hacia un puesto internacional con tal de apartarlo del camino. ¿Desde cuándo los puestos se compran con cargos? ¿Desde cuándo una organización como Cepyme debe recibir directrices externas sobre a quién puede o no puede presentar?