
Nos vamos de ruta con el Jeep Wrangler: Por caminos y ríos en las Tierras Altas de Islandia
Paisajes sobrecogedores, colores dramáticos, seguidos de verde vivo; glaciares helados, vastos campos de lava, cascadas de vértigo, carreteras infinitas... Islandia es naturaleza en su estado más puro, un rincón «escondido» en el norte de Europa en el que la ropa de abrigo y el coche se convertirán en tus mejores aliados.
Aunque sea verano, la brisa marina y el viento no permiten que las temperaturas máximas superen los 15 grados. Pero la ruta que te espera nada más aterrizar en su capital, Reikiavik, es casi indescriptible.
Y aunque la gran mayoría de las carreteras que recorrerás en Islandia están asfaltadas, y te llevarán a destinos de obligatoria parada como Seljalandsfoss, una cascada con una caída de agua de aproximadamente 60 metros y la posibilidad de caminar detrás de su cortina acuática; ó la de UrriDafoss, de las de mayor caudal de Europa; o a la playa de arena negra de Reynisfjara, en el ranking de una de las más peligrosas del mundo, justo al lado del pequeño pueblo de pescadores de Vik i Myrdal, y del acantilado de Dyrhólaey, uno de los puntos favoritos de los Frailecillos -conocidos también como «puffins»-, el ave marina a observar más famosa de esta isla.