No es el cuánto, es el cómo
Sommarøy, que significa “Isla de Verano”, es un lugar donde el reloj pierde su importancia. Situada dentro del Círculo Polar Ártico, esta isla es testigo de fenómenos naturales extremos: durante el verano, el sol permanece en el cielo durante 69 días seguidos, bañando la isla en una luz dorada que nunca desaparece. Este periodo, conocido como día polar, comienza en mayo y se prolonga hasta finales de julio.
Pero la otra cara de la moneda llega en noviembre, cuando el sol se oculta bajo el horizonte y comienza una noche polar que se extiende durante dos meses. En esta etapa, la oscuridad solo es interrumpida por los colores danzantes de las auroras boreales, que iluminan los cielos con un espectáculo único.
En este entorno, los habitantes de Sommarøy han decidido romper con las ataduras del tiempo tal y como lo conocemos. Las rutinas se adaptan a la luz o a la oscuridad, y no al tic-tac de un reloj. Los negocios no tienen horarios establecidos y las escuelas funcionan de manera flexible, dependiendo de las actividades y necesidades de las familias.