© canarias7.esMotivos sobrados para soñar con la segunda estrella
España tiene sobrados argumentos para soñar con el Mundial, el gran acontecimiento deportivo de 2026, y al mismo tiempo la obligación de demostrar que ... su evolución no es circunstancial sino estructural. Su principal fortaleza será su identidad futbolística, basada en la posesión dinámica, la presión alta, la versatilidad de sus jugadores, la capacidad para dominar los partidos, su pléyade de sobresalientes centrocampistas y unos recursos ofensivos que ofrecen alternativas, desde ataques combinativos largos hasta transiciones rápidas si el contexto y el rival lo permiten.
Para empezar, invitan al optimismo los rivales que deparó el sorteo celebrado el 5 de diciembre en Washington, esperpéntico en el inicio por los discursos de Donald Trump y Gianni Infantino, presidentes de EE UU y la FIFA y colegas en este negocio que se desarrollará por primera vez con 48 equipos y en tres enormes países como el estadounidense, México y Canadá.
España, encuadrada en el grupo H, como en el celebrado Mundial de Sudáfrica, se medirá a Cabo Verde y Arabia Saudí a las 18 horas en Atlanta, ciudad olímpica de la costa este, pero para verla en el duelo grande ante Uruguay en Guadalajara (México) habrá que trasnochar hasta las dos de la madrugada. El peligro reside en un eventual primer cruce ante Argentina si alguna de las dos falla. La gran fiesta del fútbol comenzará el 11 de junio en el Estadio Azteca de la Ciudad de México y terminará el 19 de julio en el MetLife de Nueva Jersey después de 104 partidos y 39 días de competición.