
Meloni convierte a Italia en un foco de estabilidad política en Europa
«El gran mérito de Meloni es que ha sabido concretar las ganas de moderación que siempre han existido en buena parte de la sociedad italiana, que es mayoritariamente conservadora», afirma Luigi Curini, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Milán.
Aunque provenga de un partido surgido de las corrientes neofascistas como es Hermanos de Italia, la primera ministra se ha destapado como una gobernante conservadora al uso, olvidándose del radicalismo de sus orígenes.
Recoge así en cierta forma el legado de la Democracia Cristiana (DC), el grupo que llevó las riendas del país durante la mayor parte del período que va desde la Segunda Guerra Mundial hasta el estallido de 'Tangentopoli'. Aquel escándalo de corrupción descubierto a principios de los noventa del siglo pasado arrolló tanto a la DC como a los socialistas de Craxi.