Los riesgos de la confusión
Hay muchos ejemplos, demasiados, de cómo se está utilizando y manipulando la confusión para intentar crear estados de opinión y favorecer intereses populistas autoritarios o de regímenes dictatoriales. No hay que irse a dictaduras como Cuba, Venezuela, Rusia o China para comprobar cómo otros gobiernos ...
bajo la tutela militar con mentalidad soviética, como ocurre en Argelia, dedican recursos para distraer la atención de los verdaderos problemas que sufren sus ciudadanos y enfocan sus tácticas al viejo truco de crear un enemigo exterior al que achacar todos los males de las nefastas consecuencias de su gestión.
Hace poco más de un año fue España, tras reconocer que la propuesta marroquí de amplia autonomía para el Sáhara bajo su soberanía es la base más seria, realista y creíble para la resolución del conflicto. Ahora es Francia, porque Macron ha ido más allá y ha reconocido que el Sáhara es marroquí.