«Groenlandia es lo más parecido al paraíso en la Tierra»
Antes de los 21, y tras dejar la carrera de Geológicas que había iniciado, Ramón ya había cruzado Islandia y Groenlandia y empezaba a gestar la que hasta ahora ha sido la gran exploración circumpolar española, una travesía de tres años (1990-1993) entre Groenlandia y Alaska, 14.000 kilómetros en kayak y trineo tirado por perros, un hito mundial al que han seguido otras gestas como la llegada al Polo Norte geográfico sin ayuda de perros en 1999, y las travesías de la Antártida con el trineo de viento de su invención.
Larramendi, que vive a caballo entre Narsaq, al sur de Groenlandia, y El Escorial, mantiene encendida la llama de ese espíritu aventurero organizando expediciones a través de su empresa Tierras Polares, al tiempo que sigue desarrollando la tecnología de su trineo de viento en proyectos científicos, como el que le llevará al norte de Groenlandia esta primavera para calibrar los efectos del cambio climático.
El explorador nos recibe en manga corta en su piso escurialense, donde reside junto a su pareja Getsemaní y el hijo de ambos, Inuk, de 17 años. Allí charlamos de su vida con los inuit, de sus expediciones, del frío y los osos polares, y de las ansias de Trump por hacerse con Groenlandia y sus tesoros minerales.