© canarias7.esLos hijos de la frustración
Cualquier acercamiento ha de ser cauteloso, según Mariano Urraco. «Ante la noción de generación los sociólogos ponemos un cartelito de advertencia al lado, como el que se coloca junto a los extintores y que recomienda manejar con precaución», asegura este profesor de la Universidad Complutense de Madrid, que advierte de que es muy complicado meter a todos los jóvenes en el mismo saco. «Hay que tomar cierta cautela al hablar en estos términos en un determinado país y, aún más, a nivel planetario».
La frustración se antoja, dice, el nexo en común de estos individuos airados. «La decepción respecto a un futuro que no acaba de llegar alimenta los movimientos sociales», señala este especialista en sociología de la juventud. En España y otros países occidentales, se trata de individuos que no alcanzan las expectativas que se hicieron.
Los grupos de edad precedentes gozan de una vida asegurada a la que no tienen acceso. «Se ha socializado la idea de estabilidad pero para ellos todo ha sido crisis», indica y recuerda que los ideales sobre meritocracia, ascenso social y estabilidad laboral, valores en los que han crecido, ya no se cumplen.