Los destrozos de la riada en Valencia vistos desde el aire
Las imágenes del satélite estadounidense Lansat-8 revelan como pocas la magnitud de la gota fría del martes que muestran la brutal transformación del paisaje antes y después de las precipitaciones. La primera captura corresponde al martes 8 de octubre, la segunda al miércoles 30. Un día después de la tragedia tras registrarse trombas de agua de casi 500 l/m² en puntos como Chiva. Las lluvias, explosivas en las cabecera de los ríos, fueron ganando velocidad a medida que transcurrían por cauces y barancos para avanzar como una lengua destructora arrasando todo a su paso.
El satélite permite una radiografía muy clara e impactante de por dónde ha transcurrido el agua buscando su salida natural al mar. Tanto por la zona más al sur con el Magro desfigurado hasta la desembocadura del Xúquer en Cullera, sembrando el caos en localidades como l’Alcúdia, Carlet o Algemesí. Más hacia el norte fue el barranco del Poyo el que provocó la devastación al no poder absorber el tremendo caudal que bajaba desde las zonas montañosas, donde se concentró el efecto de la DANA. En este caso impactando en la comarca de l’Horta Sud, con el epicentro en Paiporta.
El Lansat-8 evidencia el efecto esponja de l’Albufera, que ha subido hasta niveles que no se veían desde la pantanada de Tous. El barranco del Poyo es uno de los que desagua directamente en el lago valenciano, al que acaba llegando todo lo que arrastran sus aguas. Son muchos los que advierten de que cuando recupere su estado habitual, puede haber sorpresas. Aunque su profundidad normal no suele superar el metro, la avalancha del martes se ha trado hasta el embarcadero de la Gola del Pujol.