Libia asfixia a las mujeres con la creación de la Policía de la Moral
Libia, el país norteafricano que nada en gas y petróleo y es punto de tránsito clave para el control de los flujos migratorios hacia Europa, sigue fracturado y azotado por la violencia de grupos armados 13 años después del derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi. A punto de convertirse en un Estado fallido, las cosas aún pueden ir a peor.
Uno de sus hombres fuertes, el señor de la guerra y ministro del Interior en funciones, Emad Trabelsi, ha anunciado la creación de una policía de la moralidad para vigilar la imposición del velo islámico a todas las mujeres a partir de los nueve años.
La estricta interpretación de la sharía o ley religiosa que pretende aplicar el gobernante conlleva la prohibición de que las libias viajen sin la compañía de un guardián masculino y de la presencia conjunta de hombres y mujeres en cafés y resto de espacios públicos.