
Las noches en que Sánchez despertaba empapado en sudor
7 de enero de 2020. Pedro Sánchez salía satisfecho del Congreso tras haber superado su primera investidura.
Llegar hasta ahí le había costado una intensa negociación con Esquerra Republicana de Catalunya, un polémico pacto que incluía una mesa de diálogo con la Generalitat para la resolución del «conflicto» catalán y un acuerdo de coalición con Unidas Podemos al que no le había quedado más remedio que sucumbir tras una repetición electoral que no salió como esperaba.
Ese mismo día, en la otra punta del mundo, las autoridades chinas confirmaban que el patógeno que estaba causando numerosos casos de neumonía en Wuhan, provincia de Hubei, era un virus nuevo de la familia del coronavirus. Poco podía imaginar entonces nadie el impacto que ese asunto tendría en su recién inaugurado mandato.