Las ejecuciones por pena de muerte aumentan un 30% a nivel global en 2023
La cifra de personas ejecutadas tras ser condenadas a pena de muerte aumentó un 30% en 2023, llegando a las 1.153 ejecuciones a nivel global, un dato sin precedentes desde 2015. La infomación recabada por Amnistía Internacional en un informe publicado este miércoles exceptúa a China, Corea del Norte y Vietnam, cuyas cifras se desconocen.
A pesar del secretismo que rodea a estos países, se cree que recurren «ampliamente» a este tipo de castigo. Así lo reflejan documentos oficiales y mensajes transmitidos a la ciudadanía que recuerdan que ciertas actividades son susceptibles de ser castigadas con la muerte, en algunos ocasiones como herramienta de disuasión frente a actividades disidentes. En el caso de China, la ONG apunta que miles de personas habrían muerto en su hermético sistema penitenciario.
Amnistía Internacional atribuye el repunte de los datos recogidos a la subida de ejecuciones en Oriente Próximo, especialmente en Irán. Los casos en este país suponen tres cuartas partes de los datos registrados, se dispararon un 48 por ciento y evidencian una discriminación subyacente contra grupos como los baluches.