
Las ejecuciones alcanzan su cifra más alta de la última década
Los métodos utilizados van desde la decapitación (en Arabia Saudí) hasta la asfixia con gas nitrógeno (Estados Unidos), pasando por el ahorcamiento (Egipto, Irak, Irán, Kuwait, Singapur y Siria), la inyección letal (China, Estados Unidos, Vietnam) y armas de fuego (Afganistán, China, Corea del Norte, Omán, Somalia y Yemen).
Una práctica liderada por China, Arabia Saudí, Irak e Irán y que su objetivo principal son los manifestantes, disidentes y miembros de minorías étnicas. El gigante asiático sigue siendo el mayor ejecutor del mundo -se estiman por miles las ejecuciones ordenadas por Pekín-, si bien para el Gobierno chino lo considera un «secreto de Estado» y no ofrece datos sobre ello.
Por tanto, la cifra global hecha pública por la ONG no tiene en cuenta los miles de ajusticiamientos en China, así como las realizadas en Vietnam y Corea del Norte, donde Amnistía Internacional cree que se utilizó ampliamente la pena de muerte.