
La policía se pone seria con el gas de la risa
La apariencia es inofensiva. Un globo inflado con una cápsula que se adquiere por el precio de un paquete de tabaco y que produce, a la vez, una sensación de euforia y relajación. El cuelgue va acompañado de una risa tonta, de ahí el nombre con el que popularmente se conoce al óxido nitroso: 'gas de la risa'. La cara B no tiene gracia alguna.
En Marbella, un joven británico saltó desde el balcón de su habitación creyendo que podía llegar hasta la piscina del hotel, pese a que, por la distancia, era materialmente imposible. Una menor se tiró de un coche en marcha en la autovía en medio de una alucinación. Y un turista sueco de despedida de soltero fue hallado muerto en otra piscina privada.
La policía vinculó los tres casos al consumo de 'gas de la risa'.
El decorado en botellones y zonas de ocio ya no sólo lo componen vasos y botellas vacías. Ahora, los servicios de limpieza suelen encontrar unos pequeños cartuchos metálicos esparcidos por el suelo entre los restos de la fiesta. Es el envase habitual en el que se consume el óxido nitroso, que se ha convertido en la droga de moda entre los jóvenes, sobre todo en edades precoces, donde se asocia al vapeo.