La Liga y la dana: La jornada del dolor y la vergüenza
Lo dijo Arrigo Sacchi: “El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”. Recurrió a él este lunes Carlo Ancelotti. El italiano, explicó, no quería hablar del partido de Champions que este martes le medirá al Milan. No tenía la cabeza en el fútbol. Como no la tenían decenas de futbolistas que tuvieron que jugar un partido este fin de semana.
Tampoco la tienen los valencianos, que en la cabeza tienen tristeza, desastre, angustia, preocupación. Los valencianos están de barro hasta las cejas. Están cansados, hambrientos, algunos tienen diarrea, a otros les martirizan los gemelos de tanto andar entre el fango. Se sienten desamparados y descorazonados. Se han visto abandonados a su suerte. La desazón es terrible.
Y el miedo ha quedado soterrado entre los escombros y los coches que ya nunca recuperarán. Ahora, cuando otro vecino o amigo pregunta, la mayoría ve una luz: “Lo hemos perdido todo, pero estamos todos bien”. Es la respuesta más habitual en las conversaciones de estos días. De Alfafar a Algemesí, pasando por Paiporta o Catarroja. Pueblos que los de la zona recitan como si fuera una alineación.