
La Justicia alemana condena a cadena perpetua a un médico sirio por crímenes contra la humanidad
En aquellos años Alaa M. trabajaba como médico asistente de un hospital militar en sendas prisiones de los servicios secretos sirios en la localidad de Homs y Damasco, la capital de Siria, donde torturaba con suma crueldad y profundos conocimientos anatómicos a opositores al régimen de El-Asad, muchos de ellos detenidos de forma arbitraria.
El procesado lleva 10 años en Alemania, donde ocultó su pasado y había trabajado como traumatólogo y cirujano ortopédico en varias clínicas germanas, por último en una de la localidad de Bad Wildungen, en el centro del país. Tuvo la mala suerte de ser reconocido por varios de los antiguos presos que había torturado en un documental sobre Homs que fue emitido por la televisión alemana.
La denuncia de sus víctimas condujo a su detención en el verano de 2020. Desde entonces se encontraba en prisión preventiva. Alaa M. no había llegado a este país como refugiado, al igual que cerca de un millón de sus compatriotas, sino con un visado especial por su condición de médico en mayo de 2015. El especialista sirio pudo convalidar sus estudios y obtener la licencia para ejercer en Alemania.