La guerra civil entre los barones decide la presidencia de la FEF
La guerra civil entre los barones de la Federación Española de Fútbol (FEF) se dirimirá este lunes con la elección a presidente de un organismo cuyos tres últimos mandatarios (Ángel Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha) han sido inhabilitados en un período de tan solo siete años y pretende lavar su deteriorada imagen, aunque el sistema clientelar continúe vigente.
Sin ningún aspirante externo, son tres los candidatos, todos ellos presidentes de federaciones territoriales y representantes del poder establecido, los que optan al cargo: Rafael Louzán (Galicia), Salvador Gomar (Comunidad Valenciana) y Sergio Merchán (Extremadura).
Son los únicos que han conseguido los 21 avales exigidos (el 15% de los votantes) para jugarse el triunfo en una carrera electoral puesta también en entredicho y bajo sospecha desde antes de empezar. Louzán (51 avales) está condenado por prevaricación cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra, a expensas aún de resolución del Tribunal Supremo en febrero, mientras que Merchán (23 avales) era el plan b del dirigente gallego y de quienes más apuestan por el continuismo y ansían no romper con el turbio pasado.