La Autoritat Catalana de la Competència, la Cambra i Pimec alegarán contra la opa
No por esperada resulta menos relevante.
La decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de enviar la opa de BBVA sobre Sabadell a segunda fase, en la que llevará a cabo un escrutinio más estricto de la misma, no solo obliga a reposicionarse a cada uno de los actores implicados, sino también a echar la vista atrás y dilucidar si las estrategias esgrimidas por cada uno de ellos hasta ahora han sido acertadas.
Es un hecho que el proceso se dilata ahora durante meses, lo que incrementa objetivamente la incertidumbre y deja el proceso al albur de acontecimientos externos, desde los efectos de la irrupción de Trump -que a priori podrían perjudicar a BBVA si la economía y la divisa de México, su principal mercado, sufren sus embates- a un eventual empeoramiento del escenario macroeconómico -un ecosistema donde una entidad más pequeña como el Sabadell se ha movido históricamente peor-.
A partir de aquí, las hipótesis.