
La alta demanda y el queroseno disparan el precio de volar en Navidad
Porque no hay que olvidar que las compañías están de enhorabuena y celebración. Han cerrado el mejor verano de su historia cuando hace solo tres años muchas de ellas quebraron o fueron rescatadas por los diferentes gobiernos a consecuencia del 'Rate 0'. Ya saben, nos referimos a esa orden que hizo parar prácticamente al completo la flota mundial de aviones por la pandemia de Covid-19. Fue la ruina. Pero una bancarrota temporal. Porque en lo que va de año, en España se han movido 189 millones de pasajeros, un 1,2% más que en 2019, que ya fue un año de récord.
El sector vive en una montaña rusa desde entonces. La fase ascendente sigue al alza (en contra de todo pronóstico). Cada vez se viaja más. Es indudable. Y los precios son ahora bastante más elevados que antes, tras un par de años en el que las aerolíneas hicieron un esfuerzo evidente por contenerlos. «Obviamente, en 2021 y 2022, los billetes fueron atractivos para volver a enganchar al consumidor tras lo sucedido con el virus», admite Gándara. Pero ¿el punto más alto de ese carrusel de sube y baja puede llegar esta Navidad, con tarifas desorbitadas?
«El precio no lo establecemos las aerolíneas, sino que se trata de un ajuste entre oferta y demanda», dice el presidente de ALA. «Y la demanda sigue creciendo por ahora, aunque es verdad que al fondo asoma una triple incertidumbre que amenaza la renta disponible de los usuarios: la inflación, la subida del tipo de interés y el elevado coste de la energía».