
Hamairu auzotan piztuko ditu suak Bilboko Udalak San Juan gauean
Durante mis años de profesor en Vilagarcía de Arousa, supe de un marinero que tenía un bote de remos al que llamaba 'Remedios'. Cuando ahorró, se compró un barco de motor y lo llamó: 'Que Remediós'. Una de mis alumnas felicitó un día de San José al cura de su parroquia, don Pascual, y lo hizo a gritos.
El sacerdote agradeció el detalle, pero aclaró: «Hoxe é San Xosé, filliña, non San Pascual Bailón». Mi alumna no se amilanó y dio explicaciones: «Ya lo sé, pero es usted padre». Efectivamente, don Pascual tenía un hijo que se entretenía sentándose con un amigo ante una Virgen «milagreira» a la que, decían, le crecían el pelo y las uñas.
Los dos pícaros se repartían el trabajo: «Tú contrólale los dedos y yo le controlo la cabeza, a ver si es verdad que le crecen».