Francia se decanta por prorrogar los presupuestos y deja en suspenso la reducción del déficit

El Ejecutivo de Macron y Sébastien Lecornu (primer ministro) se ha visto obligado a prorrogar las cuentas públicas del 2025 —una decisión bastante menos habitual en Francia que en España— ante la falta de apoyos en el Parlamento. Una breve reunión de una comisión compuesta por diputados y senadores ya había certificado el viernes la falta de entente. Y había confirmado que Lecornu difícilmente sacará adelante los presupuestos generales del Estado con una votación parlamentaria tradicional, como sí consiguió el 9 de diciembre con las cuentas de la Seguridad Social.

La prórroga presupuestaria permitirá que la Administración gala siga recaudando impuestos. En cambio, el Gobierno no podrá llevar a cabo su objetivo de reducción del déficit público por debajo del 5% del PIB. Tampoco podrá aumentar en 6.700 millones de euros el gasto militar como había pedido Macron. Para hacer realidad este objetivo, el primer ministro necesita aprobar unos nuevos presupuestos a principios del año que viene, imitando el mismo 'modus operandi' de su predecesor, François Bayrou, en febrero de 2025.

«¿Estamos de acuerdo en que nuestro objetivo es que, entre ahora y finales de enero, Francia se dote de unos verdaderos presupuestos en lugar de una prórroga presupuestaria?», se preguntó de manera retórica la ministra de Finanzas, Amélie de Montchalin, en declaraciones al diario 'Le Parisien'.