4Foto© elespanol.comFerraz se disculpa ante su base por “no haber arropado suficiente” a las denunciantes de Paco Salazar
En la formación, y singularmente entre las feministas, se respira desde hace días una fuerte indignación, disgusto y zozobra. El hecho de que las cosas se hayan hecho así de mal en un asunto del que el PSOE siempre ha hecho gala y que forma parte de sus señas de identidad -cuando, tras los escándalos de 'Tito Berni' o de los audios que recogen el trato denigrante hacia las mujeres de el exministro José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, más celo se debería haber guardado-, ha provocado un verdadero incendio, que ahora se intenta sofocar.
Las sospechas de que desde el núcleo duro del partido se ha tratado de proteger a quien, hasta su dimisión el pasado 5 de julio, cuando se conocieron los primeros testimonios en su contra, era uno de los hombres de máxima confianza de Pedro Sánchez planea en el ambiente.
En las conversaciones de los socialistas ha estado estos días muy presente la amistad entre Salazar, la actual secretaria de Organización, Rebeca Torró (de la que hubiera sido nombrado adjunto de no estallar el escándalo) y el matrimonio formado por Antonio Hernando y Anabel Mateos, ella adjunta de Torró y él ahora secretario de Estado y miembro de la ejecutiva, tras ser el número dos del gabinete del presidente. Sánchez los eligió en la renovación de la dirección que acometió en julio, en su intento de pasar página del 'caso Cerdán'.