
España mira al este y al oeste para redirigir sus exportaciones norteamericanas
Los últimos vaivenes comerciales de Donald Trump confirman la urgente necesidad de buscar mercados alternativos a Estados Unidos para las ventas de productos españoles. Pero no es fácil. España exportó en 2024 un total de 18.200 millones de euros a EE UU, una cantidad menor en comparación con la dependencia comercial que tienen otros socios europeos con el país norteamericano -solo supone el 4,7% del total de nuestras ventas al mundo-, pero el país significa mucho más que eso.
Estados Unidos conforma un país de 340 millones de personas -potenciales consumidores- con un nivel medio per cápita elevado que no es fácil de sustituir «de un día para otro», señala el presidente del Club de Exportadores, Antonio Bonet. Hay que valorar el mercado, encontrar socios locales, canales de distribución, adaptar los productos a los países compradores, conocer la normativa local...
Además de ganarse la confianza de los nuevos clientes. Este es el proceso que va a liderar el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) a través del paquete de medidas anunciado por el Gobierno con información estratégica sobre los nuevos destinos (regulación, fiscalidad o preferencias de los consumidores) o apoyo en la búsqueda de contactos.