El candidato republicano se da un baño de masas en su Nueva York natal

En la ciudad que forjó su leyenda y que le convirtió en el primer expresidente condenado por delitos penales, Donald Trump ha reunido esta noche a sus mayores aliados para el acto de campaña más oscuro, racista y conspiranoico de este ciclo electoral. A poco más de una semana para las elecciones, los 20.000 presentes en el estadio Madison Square Garden de Nueva York han presenciado una retahíla de xenofobia desde el primer discurso hasta el último.

La lista de oradores invitados a este evento de alto calibre, muy parecida a la que intervino en la convención republicana de Milwaukee (Wisconsin), ha sido encabezada por el hombre más rico del mundo, Elon Musk; el candidato independiente y reciente aliado del republicano, Robert Kennedy; el número dos de Trump, J.D Vance; el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson; el exalcalde de la ciudad y asesor legal de Trump, el imputado Rudy Giuliani; el excandidato republicano Vivek Ramaswamy, el mediático presentador Tucker Carlson, el luchador Hulk Hogan, o los hijos de Trump, Eric y Donald Jr.

El encargado de abrir el melón racista ha sido el cómico Tony Hinchcliffe, que, escudándose en el “sentido del humor republicano”, ha repartido entre chiste y chiste contra los latinoamericanos, los afroamericanos, los palestinos y los judíos. “No sé si lo sabéis, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano.