De qué habla Europa cuando pide que la pesca en el Mediterráneo sea más sostenible
La polémica restricción de días en los que las flotas del Mediterráneo pueden salir a pescar en 2025 -de 130 días a solo 27- llega con un condicionante que ha puesto en primer plano de la actualidad un término ya manido, pero que, máxime tratándose de la pesca, no siempre se entiende: la sostenibilidad.
Dicen las autoridades comunitarias que para que los pescadores afectados por la restricción puedan salir a faenar tienen que adoptar «medidas más sostenibles». Estas funcionarán como mecanismos de compensación. Es decir, a más cambios realizados en esta dirección, más días podrán salir a pescar. Podrían recuperar el total fijado para el año anterior, incluso.
Esta sostenibilidad de la que habla Europa tiene que ver con el estado en el que se encuentran las poblaciones de peces que son capturados en la cuenca del Mediterráneo. Concretamente, de las especies demersales. Estas son las que viven cerca o en el fondo del lecho marino y, al menos en lo que respecta al ámbito de influencia español, son básicamente la merluza, la gamba blanca, la gamba roja, el langostino moruno, la cigala y dos tipos de salmonetes.