Cinéfilo, gay, leal, criado en una escuela de élite... Así es Gabriel Attal, primer ministro de Francia
El presidente, Emmanuel Macron, no parece haberse dejado llevar por dudas ni prejuicios en su elección. Ni siquiera le ha importado nombrar a alguien con menos canas que él como primer ministro –hasta ahora, sus tres anteriores elegidos le superaban en edad– y con un perfil, por su homosexualidad, abiertamente declarada, que sabe no gustará en todos los sectores.
Attal tiene fama de ser el niño bonito del mandatario y, sobre todo, un auténtico prodigio al que no le imponen los retos. Eficaz, leal, ambicioso... Fue criado en el pueblo de Clamart, en el suroeste francés, en el respeto a esa diversidad que su país proclama casi como un lema nacional.
El sucesor de Élisabeth Borne, que dimitió el lunes tras veinte agitados meses en el puesto, es hijo de una descendiente de la nobleza gala, Marie de Couriss, y del franco-tunecino Yves Attal, un conocido cineasta que aparece en los títulos de crédito de taquillazos españoles como 'Tacones lejanos', de Pedro Almodóvar, o 'Acción mutante', de Álex de la Iglesia, por su trabajo como director de producción.