Así trabajan las granjas que producen leche y filetes bajos en carbono
¿Podemos beber una leche de vaca con una huella más baja o comer un filete que ha conseguido reducir su impacto en el medio ambiente? Eso es en lo que ya trabajan 125 granjas repartidas por 101 comunidades autónomas. Galicia (40), Cataluña (20) y Andalucía (18) son las que tienen más presencia, pero lo cierto es que el reparto toca todos los puntos cardinales de la España peninsular. El objetivo común es bajar las emisiones de CO2 que generan sus vacas.
Estas granjas no están solas. Todas ellas participan en el proyecto europeo Life Carbon Farming. A las 125 granjas españolas se suman otras de Francia, Bélgica, Irlanda e Italia hasta llegar a las 700 ganaderías de vacuno y leche repartidas por el continente.
Como explica Matilde Moro, gerente nacional de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), «tiene por objetivo la puesta en marcha de un mecanismo de recompensa que incentive la implementación de medidas destinadas a reducir emisiones o incrementar la absorción de carbono». Es, en resumidas cuentas, la creación de una red europea de ganadería de bajas emisiones.